Poco sabíamos de Nely, todo sucedió rápido, muy rápido.
La persona que contactó con nosotros nos envió unas fotos y vimos el estado en el que se encontraba Nely. Estaba gorda no, lo siguiente, estaba preñadísima y pocos días le podia faltar para parir en la calle.
En esta ocasión, el contacto, no tenía medios económicos, ni apoyo cercano que le pudiera echar una mano. Le puso una manta en el porche de una casa que había medio abandonada, comida y agua. Al menos podía refugiarse de las lluvias de estos días.
Escribió a protectoras para que se hicieran cargo de ella y finalmente consiguió que una le diera entrada en su refugio.
No podíamos esperar más, hicimos hueco en la agenda, dejamos rescates anteriores, las prioridades mandaban, así que preparamos el rescate en dos días.
Hoy ha sido el día, el contacto ha estado toda la mañana vigilando a Nely, para que nadie le diera de comer, para que no marchara de allí hasta que llegásemos nosotros.
Hora y media de camino y ya estábamos allí, viendo a esa pequeñaja mover el rabito, contenta, siguiendo a Siria, la persona que nos pidió ayuda.
Todo salió perfectamente, Nely estaba deseando ser rescatada. En cuanto montamos la jaula, casi no nos dejó salir de ella, quería entrar antes… y ¡¡¡NELY!!! ¡¡¡PARA PODER ENTRAR HAY QUE DEJAR SALIR!!!
En cuanto nos dejo salir, entró ella, bajamos la puerta y siguió comiendo como si la cosa no fuera con ella.
Esta noche dormirá con nosotros calentita, sin miedo a mojarse ni a pasar hambre. Mañana, una buena amiga del equipo nos hará el favor de llevarla a la Protectora que se hará cargo de ella y donde empezará una nueva vida.
Este rescate ha sido posible hacerlo gracias a todos los teamers que se han ido uniendo en el paso del tiempo a SOS Rescue, ya que la totalidad de los gastos originados han podido ser asumidos gracias a estas aportaciones mensuales de 1 euro.