El rescate de BRUMA – Contado por Pilar, una de las personas implicadas desde el primer día que tuvo constancia de su existencia-.
Un jueves, 5 de mayo, BRUMA fue encontrada en el parque de Bronce, con miedo a los humanos, pero juguetona con los perros de los vecinos que por allí paseaban, y cuando parecía que ya empezaba a tener algo más de confianza escapó de la zona, perdiéndose su rastro, por culpa de una persona «uno de los nuevos renacidos y reconvertidos en CESAR MILLÁN»
Bruma ya traía historia, días antes estuvo en los Puertos y alguien comentó que la había visto hacía quince días por el 12 de Octubre.
Volvió a aparecer por los Puertos resguardada de una lluvia incesante, debajo de un tobogán de un parque infantil.
A alguien le molestó su presencia allí y la echaron de malas maneras, volviéndose a perder su rastro.
Volvía a dejarse ver, esta vez en el parque Tierno Galván, a la hora del paseo de los perros, mañana y tarde, jugando con ellos pero alejándose de los humanos, cada vez más débil, con las costillas marcadas y con una leve cojera en varias de sus patas.
La fatalidad volvió a abrazar a Bruma cuando cortaron el césped del parque, de nuevo se le perdió el rastro, pero no el ánimo de rescatarla.
Volvió a su punto de partida, el parque de Bronce, otra vez, resguardada de la lluvia bajo un tobogán, pero la suerte no estaba de su lado. Hacía acto de presencia la persona que con sus técnicas poco o nada adecuadas, quería atraparla y conseguir así «una preciada medalla». Lo único que consiguió fue desorientar más a Bruma por aquel inmenso parque y que saliera por las calles del barrio con el consiguiente peligro de atropello.
Agotada, Bruma, se resguardó debajo de un seto. Fue localizada y retenida durante horas con comida, agua y compañía. Protegida para que nada ni nadie pudiese poner en peligro su rescate hasta que llegó SOS Rescue y la salvó de una muerte segura.
Bruma, desnutrida, agotada, asustada… está a salvo.
Es cariñosa, sociable, tranquila y le gustan mucho los mimos.
DESDE SOS RESCUE, queremos agradecer a todas las personas que se implicaron en este caso, un caso nada fácil para nosotros, ya que en el momento en el que se le podía localizar, no estábamos por la zona, y cuando estábamos, no se le localizaba.
Gracias a Pilar y a todo ese grupo de personas que se dejaron aconsejar, hoy Bruma está a salvo. Y a esta persona que la quería rescatar sí o sí, con técnicas basadas en el autoritarismo, levantando la voz, corriendo tras ella… únicamente la invitamos a la autorreflexión y a la autocrítica, a hacer un pequeño examen de conciencia, siempre se aprende escuchando a los demás, a personas que están a diario en la calle con perros con este tipo de traumas. DÉJATE AYUDAR Y LOS AYUDARÁS A ELLOS TAMBIÉN.